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Y sin embargo...

Sueños

La Historia Interminable

La Historia Interminable La pasión de Bastian Baltasar Bux eran los libros.

Quien no haya pasado nunca tardes enteras delante de un libro, con las orejas ardiéndole y el pelo caído por la cara, leyendo y leyendo, olvidado del mundo y sin darse cuenta de que tenía hambre o de que se estaba quedando helado…

Quien nunca haya leído en secreto a la luz de una linterna, bajo la manta, porque papá o mamá o alguna otra persona solícita le ha apagado la luz con el argumento bien intencionado de que tiene que dormir, porque mañana hay que levantarse tempranito…

Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas, porque una historia maravillosa acababa y había que decir adiós a personajes con los que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba, por los que había temido y rezado, y sin cuya compañía la vida le parecería vacía y sin sentido…

Quien no conozca todo eso por su propia experiencia, no podrá comprender probablemente lo que Bastian hizo entonces.

Hace unos días empecé a leer La Historia Interminable, me he sumergido en el reino de Fantasía y quería ver si alguno se animaba a venir conmigo.

No se si me dará tiempo ha dejar algún mensajito esta noche(espero que si), pero mañana salgo de viaje a Murcia (que conste que voy con la universidad asi que no será de placer ;)). Pero vuelvo el sábado, asi que no serán muchos días!!

Chimeneas de hadas

Chimeneas de hadas Cuando volvía de viaje este puente iba mirando el paisaje, porque mi amiga estaba totalmente dormida y entonces fue cuando me acordé de ellas...

Seguramente nunca os habeis fijado en los secretos que guardan algunas montañas...
En determinadas montañas la magia se hace presente a través de unas formaciones peculiares, que si mirais bien podreis descubrir y comprobareis por qué se llaman Chimeneas de Hadas.

Me gusta pensar que estas chimeneas son entradas al Reino de las Hadas, y si las ves de noche las verás encendidas, con miles de lucecitas centelleantes en las que puedes distinguir las luces brillantes de las hadas, que avanzan en procesión poco a poco hacia otros cerros.

Si eres capaz de acercarte a estas chimeneas podrás oir su maravillosa música, las bellas y melancolicas melodías que tocan las hadas con sus instrumentos, a la vez que saltan y bailan.

Las hadas son increiblemente bellas, poseen un cuerpo cubierto de una luz dorada y tranparente... Sonríen, porque es evidente que te han visto... pone sus dedos sobre los labios, mientras tu espías con una sonrisa...

Espero que la próxima vez mireis bien a las montañas para encontrar los secretos de cada una, si no...un día os llevaré a verlas!

Este post es para todas mis haditas ;)

Caricias en el pelo

Caricias en el pelo De repente he notado tu mano sobre mi cabeza,
al principio me ha sorprendido,
no me lo esperaba, pero al descubrirte a ti me he tranquilizado...

Tu mano me ha acariciado la cabeza, tus dedos se han entrelazado con mis cabellos y han jugado con ellos, has recorrido cada centímetro de mi cuero cabelludo y me has hecho estremecerme...

Me has puesto la piel de gallina, has olido mi cabello, has surcado mis labios, me has acariciado los párpados... has enredado mi pelo, que luego cuando desenrede me recordará a ti...a tus manos...

Esas que me tranquilizan, esas que me relajan, esas que cuando me acarician me hacen olvidarme de todo, esas con las que esta noche me dormiré y que cuando despierte habrán desaparecido... porque ultimamente sólo las encuentro en mis sueños...

Erase una vez...

Erase una vez... "Por favor, cuentamelo otra vez...antes de ir a dormir..."
"Bueno, pero sólo una vez más, luego hay que irse a la cama, que ya es muy tarde..."
"Vale, vale...sólo una más..."
"Erase una vez, en un lejano país, una princesita......"

Estas eran sus palabras antes de ir a la cama, cuando se acercaba la hora de los sueños...

Cada día quería un cuento, en el que hubiera príncipes y princesas, brujos malos, dragones, madrastras y hadas...cada día ella soñaba en convertirse en la princesa del cuento, en ser rescatada por ese príncipe azul, en vivir una historia llena de magia...nunca se cansaría de ellos...

Incluso cuando creció, seguía recordando la respuesta a esa pregunta: "¿Qué quieres ser de mayor?"....Ella sabía muy bien lo que quería ser, quería ser una princesita, aunque ya no lo dijera cuando se lo preguntaban, esa respuesta seguía acompañándola, porque ella quería vivir un cuento de hadas desde el momento en que nació...

Y cada día sale a la calle, dispuesta a luchar con todos los monstruos que se le presentan, con su hadita de la mano para que la ayude en el camino, y...¿quién sabe si no encontrará a su principe azul por el camino?

¡¡A volar!!

¡¡A volar!! Esta noche ha venido a buscarme...
Como hace algún tiempo, se ha colado por mi ventana y me ha susurrado al oído... y le he escuchado como antes, hacía tanto tiempo...

Hoy se ha sentado junto a mi en la cama y he escuchado su voz, esa que nunca olvidé, en la que he sentido palabras de reproche porque hacia mucho que no le dejaba entrar, que no le abría mi ventana y le esperaba para irnos juntos...

Para volar allí donde nunca se crece, allí donde no hay que preocuparse por cosas de mayores, donde puedo nadar con las sirenas y jugar con los indios, donde mis sueños se hacen realidad...en el País de Nunca Jamás.

Hoy me ha enseñado de nuevo a surcar los cielos y cruzarlos en la noche, hasta la segunda estrella a la derecha...
Hoy he vuelto con los niños perdidos, he bailado con las hadas, he luchado contra el Capitán Garfio... y he recordado tantos sueños....

Mañana volverá a por mi, he prometido dejarle mi ventana abierta...
Si dejas la tuya abierta me pasaré a buscarte para irnos con él, con Peter Pan... Te enseñaré a surcar el cielo y volaremos juntos.
¿Necesitas polvo de hadas? ¡¡Yo tengo una bolsa llena!!

Mi despertador

Mi despertador Una de las cosas que más me gusta de los fines de semana es que puedo dejar apagado mi despertador, no lo odio, pero tampoco es que adore a ese aparatito que cada día me saca de mis sueños.

Los fines de semana soy libre, puedo adentrarme en el mundo de los sueños sin temor a que me despierte un horrible: beep, beep! que se hace interminable hasta el momento en el que, por fin, cansada de escucharlo, decido apagarlo.

Los sábados y domingos Morfeo me acoge en sus brazos y cuida de que no me despierte, de que pase en su reino todo el tiempo que desee... Y mientras estoy allí me siento a gusto, ocurren cosas asombrosas, es como si viviera en un mundo imaginario, en un lugar en el que todo es posible... La mayoría de las veces no me acuerdo de lo que he soñado, pero no me hace falta recordarlo para saber que ha sido algo bonito, porque me levanto llena de energía, con una sonrisa de oreja a oreja; muchas personas me dicen que cuando me duermo sonrío y que a veces me río... pero es que en mis sueños soy feliz... En ellos he encontrado muchas veces aquello que la vida me ha negado en ciertas ocasiones.

Sé que sólo son eso...sueños...pero se está tan a gusto en ellos...

Hoy mi despertador ha vuelto a sonar...¡y no veo el momento de esconderlo de una vez por todas!

Hoy le vi

Hoy le vi Todos los días por la mañana le veía.
Sobre las 8:15, él y yo nos encontrabamos en el metro
siempre en el mismo vagón,
siempre miradas furtivas...
Él se bajaba una parada antes, y cuando lo hacía mi cuerpo quería seguirle,
quería preguntarle su nombre, quería saber más de él porque en el fondo no sabía nada...

Y casualidades del destino, un día al salir de mi casa, él entraba.
¡Eramos vecinos y no lo sabiamos!
Nos quedamos los dos mirandonos, y de él surgió un "hola" al que casi no pude responder, seguimos mirandonos...cada uno andaba mirando hacia atrás...siguiendo al otro con la mirada...

Al día siguiente en el metro nos saludamos volvimos a saludar, nos sentabamos juntos, pero ninguno de los dos decía nada, cuando llegaba su parada recogía sus cosas y me susurraba un dulce "hasta mañana"... Cada día me sentaba a tu lado, te miraba, te observaba y poco a poco me enamoraba....

Hasta que un día nuestros viajes en metro terminaron, mi curso acabó y no te volví a ver...
Cada día la misma pregunta...¿se acordará de mi?

Pero el destino es caprichoso, y cuando menos te lo espera te manda señales,
¡y el lunes me la mandó! Yo salía del garaje con mi coche, y ahí estabas,
no me viste, pero yo a ti sí. Con eso era suficiente para volver a recordar...
Tus ojos, tu sonrisa...lo nerviosa que me ponía sentarme a tu lado...
Sólo con verte...me dieron ganas de bajarme del coche y saludarte,
pero...¿qué te iba a decir?

Hoy soñaré con nuestros viajes en el metro y quizá en sueños me atreva a preguntar tu nombre
y tu voz dejará de ser un susurro, pero solo en mis sueños...