Escapar...
Una de las cosas que más me gusta de Madrid es la oportunidad que me brinda esta ciudad de poder salir de noche... y no me refiero a salir por ahí de marcha, sino a salir de Madrid!!
Me encanta alejarme de ella por la noche, cuando voy a casa de mi amigo adoro el camino que tengo que recorrer... Según me voy alejando de la ciudad, me adentro en la oscuridad de la noche, noto cómo su manto me envuelve y me hechiza...
Voy por la carretera en mi coche y me hipnotizan las luces de la ciudad...me fascina el paisaje que contemplo: por un lado me alejo de las luces, esas que ya son pequeñitas pero que siguen alumbrando y, por otro lado, me adentro en la oscuridad, con las estrellas y la luna si esa noche quiere acompañarme...
En ciertos momentos he tenido la tentación de pararme en medio de la carretera y bajarme del coche, simplemente a mirar, a buscar en el cielo la Osa mayor, Orión, Casiopea... todas las constelaciones y planetas que sea capaz de descubrir... Y si bajo un poco la vista veo Madrid, iluminada como todos los días, pero quizás cuando te alejas lo ves más bonito.
Cuando era pequeña creía que había un hombrecito que se encargaba de ir iluminando las farolas de una en una, me lo imaginaba con una especie de candil por las calles, prestándoles su luz a las farolas de la ciudad... cada día le buscaba para que me enseñara cómo lo hacía, tenía que ser maravilloso ver cómo se encendía la ciudad poco a poco, pero nunca le encontré... y aún hoy, en ocasiones cómo estas, cuando me paro a ver las luces, me lo imagino andando por la ciudad, con su viejo candil por las calles...
Me encanta alejarme de ella por la noche, cuando voy a casa de mi amigo adoro el camino que tengo que recorrer... Según me voy alejando de la ciudad, me adentro en la oscuridad de la noche, noto cómo su manto me envuelve y me hechiza...
Voy por la carretera en mi coche y me hipnotizan las luces de la ciudad...me fascina el paisaje que contemplo: por un lado me alejo de las luces, esas que ya son pequeñitas pero que siguen alumbrando y, por otro lado, me adentro en la oscuridad, con las estrellas y la luna si esa noche quiere acompañarme...
En ciertos momentos he tenido la tentación de pararme en medio de la carretera y bajarme del coche, simplemente a mirar, a buscar en el cielo la Osa mayor, Orión, Casiopea... todas las constelaciones y planetas que sea capaz de descubrir... Y si bajo un poco la vista veo Madrid, iluminada como todos los días, pero quizás cuando te alejas lo ves más bonito.
Cuando era pequeña creía que había un hombrecito que se encargaba de ir iluminando las farolas de una en una, me lo imaginaba con una especie de candil por las calles, prestándoles su luz a las farolas de la ciudad... cada día le buscaba para que me enseñara cómo lo hacía, tenía que ser maravilloso ver cómo se encendía la ciudad poco a poco, pero nunca le encontré... y aún hoy, en ocasiones cómo estas, cuando me paro a ver las luces, me lo imagino andando por la ciudad, con su viejo candil por las calles...
3 comentarios
Albita -
Mi querido netrusko, que bonito... me encantará pensar en ti cuando mire las estrellas...eso de que sean las mismas en todo el planeta me hace saber que estas viendo lo mismo que yo!
Besitos a los dos!
netrusko -
besos.....
Pequeño Cubos -